La carnosidad en el ojo, o pterigión, es un crecimiento de tejido en forma triangular que se extiende sobre la parte blanca del ojo y hasta la córnea.
Si bien algunos factores, como una alta exposición a los rayos solares, favorecen su aparición, se desconoce con exactitud su origen. Es un tejido benigno y que rara vez causa daños al ojo, sin embargo es incómodo para quienes la padecen.
Los síntomas más comunes son: “carnosidad” visible o enrojecida que puede cubrir parte de la córnea, sensación de “arena o basura”, molestias al parpadear, lagrimeo, comezón o ardor y ocasionalmente secreción o “lagaña” blanquecina.
Si la carnosidad es pequeña se puede tratar con medicamentos que ayudan a mantenerlo desinflamado y sin crecimiento.
Cuando los medicamentos no son suficientes, o cuando la carnosidad es cosméticamente inaceptable, entonces se requiere una cirugía para retirar el tejido anormal.
La cirugía para eliminar la carnosidad en los ojos es un procedimiento relativamente sencillo, y toma entre 30 y 60 minutos. Por lo general el paciente estará listo para regresar a sus labores normales al día siguiente.